viernes, 26 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Noticias: El primer gallego era de Arbo
Estudos Miñoranos acaba su segunda excavación a orillas del Miño con la localización de más de cien herramientas del Homo Heidelbergensis, que habitó la zona en el Paleolítico
SARA VILA ARBO Piedras que para otros pasarían desapercibidas son para los arqueólogos del Instituto de Estudos Miñoranos verdaderas joyas que revelan datos del pasado. Bañados por el Miño, afloran estos días los tesoros de otro tiempo, en el que los primeros gallegos se fueron asentando en territorios fértiles, como las orillas del Miño en su último tramo. Ahora un equipo de ocho arqueólogos buscan en Arbo las huellas del primer ser humano que pisó Galicia. Se trata de un conjunto herramientas del Paleolítico Inferior con entre 250.000 y 500.000 años de antigüedad que, por iniciativa del Instituto de Estudos Miñoranos, se están recuperando para su estudio. Los recursos son muy limitados y la datación de las herramientas encontradas es difícil cuando el presupuesto es poco. Sin embargo, el yacimiento de O Cabrón, en Arbo, puede ser uno de los lugares de habitación humana más antiguos y mejor conservados del noroeste peninsular.
En julio del año pasado se realizó una primera excavación en la que se encontraron 740 piezas. Un año después, en una segunda excavación que terminó ayer se sacaron en torno a 400 piedras talladas según la tecnología achelense. El ayuntamiento de Arbo financió esta iniciativa con 1.000 euros para sufragar los gastos de transporte y manutención de los arqueólogos voluntarios. Además también cuentan con la colaboración de la Universidade de Vigo y con el Centro Nacional de Evolución Humana de Burgos.
El terreno en el que se encuentran los restos está a pocos metros del cauce del Miño, y los arqueólogos aseguran que por allí pasaba un pequeño arroyo que desembocaba en él. Allí estaría instalada una comunidad de Homo Heidelbergensis, que habitó la zona por entonces.
Los arqueólogos organizaron diversas jornadas de puertas abiertas para explicar a los vecinos como vivían los arbenses hace casi medio millón de años. El sábado también se celebró una charla en el Museo do Viño de Arbo en la que participó el alcalde del municipio, Xavier Simón.
SARA VILA ARBO Piedras que para otros pasarían desapercibidas son para los arqueólogos del Instituto de Estudos Miñoranos verdaderas joyas que revelan datos del pasado. Bañados por el Miño, afloran estos días los tesoros de otro tiempo, en el que los primeros gallegos se fueron asentando en territorios fértiles, como las orillas del Miño en su último tramo. Ahora un equipo de ocho arqueólogos buscan en Arbo las huellas del primer ser humano que pisó Galicia. Se trata de un conjunto herramientas del Paleolítico Inferior con entre 250.000 y 500.000 años de antigüedad que, por iniciativa del Instituto de Estudos Miñoranos, se están recuperando para su estudio. Los recursos son muy limitados y la datación de las herramientas encontradas es difícil cuando el presupuesto es poco. Sin embargo, el yacimiento de O Cabrón, en Arbo, puede ser uno de los lugares de habitación humana más antiguos y mejor conservados del noroeste peninsular.
En julio del año pasado se realizó una primera excavación en la que se encontraron 740 piezas. Un año después, en una segunda excavación que terminó ayer se sacaron en torno a 400 piedras talladas según la tecnología achelense. El ayuntamiento de Arbo financió esta iniciativa con 1.000 euros para sufragar los gastos de transporte y manutención de los arqueólogos voluntarios. Además también cuentan con la colaboración de la Universidade de Vigo y con el Centro Nacional de Evolución Humana de Burgos.
El terreno en el que se encuentran los restos está a pocos metros del cauce del Miño, y los arqueólogos aseguran que por allí pasaba un pequeño arroyo que desembocaba en él. Allí estaría instalada una comunidad de Homo Heidelbergensis, que habitó la zona por entonces.
Los arqueólogos organizaron diversas jornadas de puertas abiertas para explicar a los vecinos como vivían los arbenses hace casi medio millón de años. El sábado también se celebró una charla en el Museo do Viño de Arbo en la que participó el alcalde del municipio, Xavier Simón.
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