miércoles, 29 de junio de 2011
O misterio en fotos:
¿Misterioso lanzamento dun cohete a uns Km de Santiago? En realidade a resposta e outra aínda que pareza certo, tratase dun avión que voa a miles de pés de altura en dirección o sentido da foto, o que fai parecer que sexa un cohete despegando.
Estrano debuxo tallado no cruceiro do enigmático Monte da Peneda en O Viso (Redondela), no cal na base deste aparece unha calaveira con dous osos cruzados debaixo desta.
lunes, 27 de junio de 2011
Tablón mundial: Extraña criatura de Rochester (EEUU)
Este extraño animal leva tres anos moreando a vivenda de Gwen Byrd, en Rochester, EEUU. Dende entón trata de atrapalo con trampas e demáis inventos, pero afirma que é moi esquivo, cariñosamente bautizouno como "Hoyuelos".
Pero Gwen Byrd non e o unico testigo de "Hoyuelos", senón que máis veciños da zona o teñen visto, e máis, a foto que vemos foi tomada pola neta de Gwen cun telemobil. Todos os testigos coiciden que se parece a un roedor grande, sen pelo e cunha cabeza extrana, pero que anda como un canido.
A universidade de Rochester tamén sumouse a captura desta extran criatura, e espera podela capturar para saber de que animal se trata, o se non, saber se pode ser o caso dun novo anomal sen coñecer.
Mentras entre os veciños e interesados desta criatura, fan moitas suposicións, dende unha nutria sen pelo, ata o enigmático e lexendario "chupacabras".
domingo, 26 de junio de 2011
miércoles, 15 de junio de 2011
Un Galego inventou a calculadora
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Galicia, ya que el hombre que la ideó, diseñó, construyó y patentó se llamaba Ramón Verea y era natural de A Estrada. |
En 1847 estudió en Compostela en la facultad de Filosofía y Letras. Se alojaba en una habitación en el número 36 de la Rúa do Franco. Sus más bien pobres calificaciones académicas no anunciaban, desde luego, el gran futuro intelectual que después alcanzó Verea. La nota más alta que figura en su expediente es un «regularmente» y la mayoría de las materias se despachan con un «mal». Quizá por ello dejó la Universidad e ingresó en el seminario, aunque este inquieto personaje tampoco se sentiría cómodo en el, y terminó por abandonar definitivamente los estudios cuando tan sólo tenía veinte años de edad.
Daba comienzo entonces su verdadera aventura vital. Embarcó rumbo a Cuba, que será su primer destino como emigrante. Allí trabaja como maestro, escribe también dos novelas (La cruz de piedra y Una mujer con dos maridos) y ejerce el periodismo en el diario El Progreso de Colón. Tras su periplo cubano, decide trasladarse a Nueva York, ciudad a donde llega con treinta y dos años, en 1865.
«Gangs of New York»
La ciudad en la que desembarca Ramón Verea no es la cosmopolita y elegante Gran Manzana de los años posteriores, sino la caótica amalgama descrita en la película Gangs of New York de Martín Scorsese. En sus calles y en sus tabernas convivía una riada humana en busca de su billete para el sueño americano. Un millón de personas se amontonaban en aquella Nueva York que se reinventaba cada noche, de los cuales más de la mitad eran extranjeros procedentes de todos los rincones del mundo. Durante los treinta años que permaneció allí, Verea vio crecer y definirse a la ciudad. Asistió en directo a lo que él llamaba el «espectáculo del progreso». Eran los años en los que se construía el puente de Brooklyn, llegaba de Francia la Estatua de la Libertad y nacía Central Park.
Mientras aquella sociedad se desarrollaba a gran velocidad, Ramón Verea sentía que España iba en la dirección equivocada. «Demasiados escritores», decía él, «demasiados abogados, lo que necesita una sociedad que quiere ser independiente son ingenieros e inventores». Muchos de sus amigos americanos le reprochaban que los españoles no tenían capacidad de adaptación, que su época había pasado, que no alcanzarían ya el tren del progreso.
Un gallego también puede inventar
Ramón decide entonces intentar demostrar que «un español puede inventar igual que un americano». Se dedica a su proyecto con pasión y el resultado es que en 1878 recibe la medalla de oro de la Exposición Mundial de Inventos de Cuba, celebrada en Matanzas, por su avanzada máquina de calcular, que supuso una enorme contribución al futuro desarrollo de la computación.
Pascal y Leibniz habían realizado intentos de resolver el problema del cálculo mecánico y muchos otros científicos trabajaron sobre los mismos principios, pero hasta que Ramón Verea creó su máquina no se había conseguido ir más allá de sumar y restar con un sistema lento, cansado y tedioso. La calculadora de este gallego era capaz, además, de multiplicar y dividir, de hacerlo exacta e instantáneamente y de permitir hasta quince cifras en el resultado. Su avance en este campo resulta asombroso e inmenso, y mucho mas teniendo en cuenta que Verea era periodista y escritor y no hombre de ciencia. El Scientific American, el New York Herald y muchos otros medios de comunicación se hicieron amplio eco del invento.
Patentó su máquina el 10 de septiembre de 1878 (patente número 207.918), pero asombrosamente rechazó intentos de comercializarla o de continuar trabajando en ese campo, que le podría haber reportado mucho dinero y reconocimiento, porque, según declaró al Herald: «Sólo me movía el afán de contribuir con algo al avance de la ciencia y un poco de amor propio. Yo soy un periodista y no un científico y, además, lo que yo pretendía demostrar… ya está demostrado».
Sobre la base técnica que propone Verea otros trabajaron con posterioridad, y llegaron máquinas más perfeccionadas como la Millionaire de Steiger, de la que se vendieron miles y miles de unidades, todas deudoras del método y del camino abierto por este ilustre hijo de A Estrada. El desarrollo del comercio era imposible de controlar a mano y las empresas demandaban todo tipo de mejoras.
Hombre honrado y pobrísimo
Ramón Verea falleció en Buenos Aires el 6 de febrero de 1899. El diario El Eco de Galicia, editado en esa ciudad, le dedicó un sentido artículo en el que se destacaba su honradez y su extrema pobreza: «La Asistencia Pública recogió el cadáver y, practicada la autopsia, resulta que el fallecimiento es debido a una afección pulmonar. (…) El sepelio tuvo lugar ante muy regular concurrencia».
Verea murió solo y fue enterrado en un panteón anónimo del cementerio del Oeste. Su máquina fue superada y mejorada y hoy duerme su sueño en un tranquilo sótano, olvidada por casi todos. También el nombre de su creador fue cayendo en el olvido y ha quedado reducido a los manuales especializados.
Quizás la próxima vez que usemos una calculadora en el trabajo o veamos cómo lo hacen nuestros hijos cuando estudian, no podamos evitar recordar por un instante a este gallego apasionado y heterodoxo.
viernes, 3 de junio de 2011
Atopado unha estela funeraria con un carro guerreiro dibuxado da Idade de Bronce
Desde el Concello de Castrelo do Val quieren poner en valor el hallazgo, hace poco más de 15 días, de una estela antropomorfa prehistórica de 3.000 años de antigüedad. El gobierno municipal ya ha informado a Patrimonio que se había retirado la estela y se había trasladado al museo etnográfico de la localidad, 'para evitar que alguien pudiera robarla', señala Vicente Gómez, alcalde de Castrelo.
Además, el concello ha encargado una estructura metálica 'para que la estela se sostenga de pie, y la dotaremos de un sistema de iluminación que permita ver con detalle los grabados que muestra', explica el regidor.
Desde el gobierno municipal se ha pedido una entrevista con Patrimonio -todavía sin fecha- para que el hallazgo pueda permanecer en Castrelo do Val. 'Nuestro objetivo es habilitar una sala específica, con paneles informativos que acerquen al visitante a las características de este importante hallazgo', apunta el alcalde de Castrelo do Val.
La estela antropomorfa (o estatua-menhir) esta datada en la Edad de Bronce e incluye la representacion de, entre otros elementos, un guerrero con su escudo, una espada, una lanza y un arco.
PIEZA ÚNICA
Por primera vez en la historia se documenta en Galicia un petroglifo en el que se representa un guerrero armado con su carro.
Hasta ahora este tipo de estelas antropomorfas solo eran conocidas en un territorio que se extendia en el area extremeña y suroeste andaluz, sureste de Francia y sur de Portugal.
LA REGION, OURENSE